La idea de los recorridos en el panteón Hidalgo es extraordinaria. En las ciudades, los cementerios son considerados museos al aire libre, pues son espacios llenos de historia, de curiosidades y que, por su naturaleza, atraen al turismo local, nacional y extranjero.
Esta noche fuimos al recorrido que organiza el Ayuntamiento de Tepic dentro del Panteón Hidalgo. El esfuerzo es loable, pero vale la pena hacer unas consideraciones:
El guía, pese a ser un señor simpático y bonachón, tiene un conocimiento muy limitado de historia. Su mayor aportación, fueron los chistes que intentaba hacer. Lo anterior, personalmente, lo vi mal, pues de las 40 personas que habíamos en dicho recorrido, al menos la mitad venían de otros estados ¿Se imaginan, por ejemplo, que la gente de Tijuana, se vayan con la idea de que en verdad el general Lozada está sepultado en la tumba dedicada a él en el panteón?
¿Que se queden con la idea de que el general Romano parecía "afeminado" o que los jesuitas eran violadores que emparedaban monjas al rededor del templo?
No lo sé, me parecen comentarios fuera de lugar y sin rigor histórico.
Si el Ayuntamiento quiere recaudar más dinero por este concepto, valdría la pena invertir también un poco más. Un buen guía que conjugara la simpatía con el conocimiento, algunos efectos de iluminación y sonido podrían marcar la diferencia.
Como dato anecdótico, los asistentes a la actividad de hoy esperamos más de 50 minutos en la puerta del Panteón, pues a los organizadores se les olvidaron las llaves de la reja. Nadie desertó, eso habla del interés en el recorrido. Un poco de esfuerzo para mantener cautivo ese interés y aumentarlo podría significar “un parteaguas” en la concepción que tenemos de este histórico espacio.