El presidente municipal de Xalisco, Heriberto Castañeda, se ha dibujado de cuerpo entero a raíz de la muerte de una joven mujer policía que trabajaba en el Ayuntamiento que él preside. En esta ocasión, esa actitud fuemucho más allá de retirar un mandil a un simpatizante, ahora tuvo como consecuencia negar a una persona la posibilidad de brindarle atención médica adecuada para salvar su vida, especialmente porque era suresponsabilidad hacerlo.
La muerte de María del Rosario Rocha Mayorga pone sobre la mesa un tema casi olvidado: los deficientes esquemas de seguridad social con que cuentan los elementos de seguridad, principalmente los que trabajan para los municipios. De acuerdo con el artículo 45 de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, las instituciones de seguridad pública tienen el
deber de garantizar al menos las prestaciones previstas como mínimas para los trabajadores al servicio del Estado; las entidades federativas y municipios generarán de acuerdo con sus necesidades y con cargo a sus presupuestos, una normatividad de régimen complementario de seguridad social. Es decir, los ayuntamientos deben buscar alternativas para brindar seguridad social a los trabajadores encargados de cuidar la seguridad de los ciudadanos, una de estas oportunidades era la presentación del proyecto de presupuesto de egresos para el presente año -como proponía un integrante del cabildo más por oportunismo que por convicción-, no lo hizo, no lo considera un tema prioritario. En Tepic, si bien es cierto que los policías sí tienen seguro social, no están registrados con su salario real, lo que tiene un impacto directo en la cobertura de salud de los elementos de seguridad y de sus familias. Lo anterior, fue señalado por el ex director de la policía municipal, Julio Betancourt.
Ahogado el niño, se quiso tapar el pozo. El alcalde Heriberto ordenó publicar un mensaje de pésame en las cuentas oficiales del Ayuntamiento y asistió al funeral de María del Rosario. Señaló, en corto, que él estababuscando desesperadamente un esquema para mejorar las condiciones laborales de quienes integran esta corporación.
En las redes sociales, que todo recuerdan y nada callan, alguien refrescó la memoria con una imagen de una huelga de la misma corporación durante una huelga en 2013, cuando Heriberto era alcalde por primera vez, justamente por negarse a brindarles seguridad social.
Si ese problema enfrentamos en las 20 direcciones de policías municipales que hay en Nayarit, cabe hacernos la pregunta ¿Cómo esperamos que combatan el crimen si no cuentan con la certeza social que les garantice condiciones de seguridad médica y económica para ellos y sus familias?
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